La buhardilla suele ser un espacio de la casa destinado a almacenamiento, descanso o incluso ocio. Pero también puede ser un espacio acogedor, habitable y donde crear un dormitorio que será la envidia del resto del hogar. ¡Te contamos cómo conseguirlo!
El aislamiento es lo más importante
La buhardilla está en lo más alto de la vivienda, por lo que tiene mayor riesgo de sufrir los cambios climáticos de cada estación.
El aislamiento térmico es imprescindible en estas estancias, si quieres disfrutar del máximo confort en cualquier momento del año.
El aislamiento en la fachada o paredes (si es un adosado) es importante, pero donde más debes fijarte es en conseguir techos aislantes, para que llueva, haga frío o el sol esté apuntando directamente a tu buhardilla, tú sigas disfrutando de ella a la temperatura perfecta.
Asegura las instalaciones eléctricas (y otras)
Que llegue luz eléctrica a la buhardilla no es difícil, ¿pero llega agua caliente si tienes un baño incluido? ¿Se accede a Internet con total estabilidad? ¿Cuentas con un sistema de calefacción y/o aire acondicionado que también beneficie a esta estancia?
Las instalaciones eléctricas, así como de otras tipologías, deben estar correctamente dirigidas a la buhardilla, para que puedas tener toda la comodidad que deseas para vivir en ella. Debes verla exactamente como cualquier otra habitación de la casa. No puede faltarle de nada o dejará de ser lo acogedora que tú quieres que sea.
El almacenamiento en la buhardilla
El diseño de interiores es un servicio profesional que suele contratarse para estancias como un comedor o una cocina. Sin embargo, en la buhardilla la gestión del espacio es clave, por lo que una buena estrategia en este sentido te hará la vida mucho más fácil.
En este diseño, encontrar un almacenamiento óptimo es algo que vas a necesitar desde el primer día que utilices de forma práctica la buhardilla.
Su característica forma de techos inclinados, crea muchos espacios que no son de fácil acceso. En ellos es posible construir armarios corredizos bajos y estanterías que te van a permitir conseguir el almacenamiento que no vas a poder aprovechar en otras partes de la estancia.
Un suelo cálido en la buhardilla
Las buhardillas requieren que invirtamos todo lo posible para conseguir un entorno cálido y acogedor y lo más importante en este sentido es el suelo.
Por ese motivo, la mayoría de buhardillas apuestan por la tarima flotante o parquet. No solo aportan estilo a la estancia, sino que además representan el tipo de suelo más cálido.
Puedes moverte sobre él incluso sin calzado y no sentir frío ni siquiera en los inviernos más duros.
Otra opción, si se puede instalar en tu buhardilla, es la que ofrece el suelo radiante, la mejor instalación para conseguir una calefacción óptima desde el suelo y que, además, está disponible en múltiples diseños.
Para que así puedas crear la buhardilla en la que siempre has querido disfrutar el mayor tiempo posible.