En la reforma integral de una vivienda, cambiar la puerta exterior es un trabajo recomendable, tanto por estética como también por seguridad y confort para los propietarios.
Las puertas exteriores son de los elementos que menos se cambian en una casa y, a menudo, dejamos que se deterioren en exceso o no nos preocupamos lo suficiente por renovarlas, cuando en realidad son el único elemento que nos separa frente a zonas comunes como una escalera en una comunidad de vecinos o incluso la misma calle en viviendas unifamiliares.
A la hora de elegir puertas exteriores en una reforma, tenemos muchas opciones. En cuanto a acabados prácticamente podemos escoger entre infinitos diseños, pero lo más importante de todo es qué materiales elegimos para ellas.
En la práctica normalmente podemos elegir entre 4 tipos de puertas exteriores.
Reforma de puerta exterior acorazada
Una puerta acorazada representa la mejor seguridad y resistencia para salvaguardar nuestro hogar. Cuentan normalmente con acero en sus chapas interiores, así como recubierta de madera o quizás otros materiales ya por motivos estéticos.
La puerta acorazada es la alternativa ideal de puerta exterior, con la que conseguir la mejor protección de la vivienda posible, pero también es útil en términos de aislamiento térmico y acústico, con lo que las incomodidades del exterior te molestarán lo menos posible.
Reforma de puerta exterior blindada
Una puerta blindada consiste realmente en un marco de madera con chapas de acero en el interior. Pese a la similitud con las anteriores, lo cierto es que una puerta acorazada ofrece mayor resistencia.
No obstante, las puertas exteriores blindadas están recomendadas para viviendas en comunidades de vecinos y cuya salida no está expuesta al exterior.
La relación calidad-precio que ofrecen también hace más atractiva esta opción, con la que además podemos elegir todo tipo de diseños (desde el exterior y desde el interior), para conseguir el acabado que más nos guste.
Reforma de puerta exterior maciza
Una puerta exterior maciza se basa normalmente en la madera como material principal. Es la alternativa recomendada en casas rurales o donde la estética rústica cobre protagonismo.
Una puerta maciza requiere además un tratamiento especial de la madera en su cara exterior, con el fin de que las inclemencias del tiempo no deterioren el material demasiado pronto.
Estas puertas aportan más estética que seguridad, pero hay que entender que se recomienda su instalación en lugares donde no es una prioridad. Por ejemplo, se puede colocar en la entrada de un chalet o cabaña, que probablemente tendrá un sistema de seguridad perimetral adicional.
Reforma de puerta exterior metálica
Normalmente consideramos que las puertas exteriores son aquellas que dan paso a la vivienda, pero en realidad debemos incluir en esta categoría a todas las que estén expuestas al aire libre.
Por tanto, también necesitamos puertas exteriores para las que nos permiten acceder a galerías y terrazas. En estos casos se suele optar por una puerta metálica.
Están fabricadas con marcos y chapas de acero para garantizar mayor durabilidad y permiten distintas opciones de acabados, según el diseño interior que hayamos escogido en nuestra reforma.