El suelo es uno de los elementos clave que va a otorgar más personalidad a nuestra vivienda. Desde luego es muy importante que tenga unas buenas características de resistencia y durabilidad, que sea fácil de limpiar y que cumpla su función decorativa.
Sin embargo, antes de tomar una decisión que podamos lamentar en el futuro es muy recomendable ir un poco más allá y hacer un análisis de las condiciones de la vivienda y del uso que se va a hacer de dicho suelo.
¿Cuál es el mejor suelo para una vivienda?
En realidad, existen diferentes opciones y, en principio, ninguna es mejor que otra. Todo depende de las necesidades que se tengan y de los factores que puedan afectar al suelo de la casa.
Factores a tener en cuenta
- Base sobre la que se va a instalar el suelo: no es lo mismo instalar moqueta o un revestimiento sintético, que puede hacerse sobre cualquier base, que instalar piedra o cerámica, que solo puede hacerse en suelos con base de obra.
- Condiciones de temperatura y humedad: por ejemplo, un suelo de madera podría contraerse, abombarse y estropearse en condiciones de excesiva calefacción y de humedad.
- Rozamiento que va a soportar: no es lo mismo un piso en el que habite una familia numerosa con niños pequeños que un piso de soltero. Por lo general, los suelos de cerámica y los suelos de piedra suelen durar más mientras que los suelos de vinilo o sintéticos son menos resistentes.
- Dificultad de instalación: un revestimiento sintético o una tarima flotante son alternativas más sencillas y económicas, mientras que la piedra (y las baldosas) es el tipo de suelo para una vivienda que suele salir más caro y que es más costoso y más difícil de renovar.
- Luz que va a recibir: nos adentramos en cuestiones de puro interiorismo para las que debemos dejarnos asesorar. A una estancia que cuenta con una iluminación escasa le convienen suelos de colores claros y superficies que reflejen la luz. Por ejemplo, un cuarto de baño no es lo mismo que un amplio salón con ventanales por los que entra la luz natural. En el primer caso funcionaría bien una cerámica pulida de color vivo y el salón podría contar con un suelo de madera oscura y mate.
Características de los diferentes tipos de suelo para una vivienda
- Suelos de madera: es uno de los materiales favoritos de mucha gente, de calidad, fácil de limpiar pero que requiere de un mantenimiento constante. No se recomienda, en principio, para baños y cocinas, por su sensibilidad al agua. Por otro lado, es un material de instalación difícil. Por lo tanto no tiene sentido invertir en una madera de baja calidad, ya que tenderá a deteriorarse y no compensará el coste de su instalación.
- Suelos de piedra: los más resistentes, suelos de mármol, granito, pizarra, arenisca, etc. Ofrecen mucha durabilidad y resistencia, pero su instalación es cara y dificultosa.
- Baldosas: un tipo de suelo para vivienda que goza de gran popularidad y que incluye las cerámicas y el porcelanato gres. Existe una buena variabilidad de precios para elegir y, aunque su instalación suele ser compleja, tiene unas excelentes condiciones de durabilidad y resistencia y su mantenimiento es sencillo. Otra ventaja es que hay amplia variedad de diseños, tamaños y colores.
- Suelos de microcemento y hormigón: es una alternativa muy resistente y más económica que la piedra, las baldosas o los suelos de madera. Ofrece un piso liso y continuo, sin peligro de filtraciones. Es cierto que la instalación puede tener su complejidad pero su mantenimiento y limpieza son sencillos.
- Tarimas flotantes: es una tendencia que va en aumento, con láminas ligadas entre sí que imitan con efectividad la madera y la piedra. El material es costoso pero la instalación es sencilla y económica y el mantenimiento básico. Resistente, entre otras cosas, a los cambios de temperatura, luz UV y la formación de moho.
- Suelos de revestimiento sintético y vinilo: son opciones económicas, con un fuerte componente decorativo pero con el problema de que son poco resistentes para suelos de mucho tránsito y al paso del tiempo. Sin embargo, son resistentes al agua y adaptables a cualquier superficie.
- Suelo de moqueta: muy sencillos de instalar y una opción muy cálida a la hora de elegir el suelo para una vivienda, que proporciona confort y diseño. Su principal desventaja es la dificultad de limpieza y la acumulación de polvo y suciedad en su superficie, por lo que requiere un mantenimiento continuo.
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