La impermeabilización de techos y terrazas es fundamental para proteger tu hogar de las filtraciones de agua, especialmente en temporadas de lluvias. Existen diferentes métodos y materiales que se pueden usar para mantener la estructura seca y prevenir daños. A continuación, te explicamos los tipos más comunes:

- Membranas asfálticas: Este tipo de impermeabilización es muy popular por su resistencia y durabilidad. Se aplica en forma de rollos que se adhieren al techo o terraza mediante calor. Las membranas asfálticas son ideales para techos planos y ofrecen una protección confiable. Su desventaja es que requieren una instalación profesional para garantizar un sellado adecuado.
- Impermeabilizantes líquidos: Este tipo de recubrimiento suele ser una opción muy versátil, pues se puede aplicar fácilmente con brocha, rodillo o pistola. Los impermeabilizantes líquidos, como las resinas acrílicas o de poliuretano, crean una barrera continua y flexible que se adapta a cualquier superficie. Su principal ventaja es que permiten llegar a áreas difíciles de cubrir con otros métodos.
- Poliuretano proyectado: Este método consiste en la aplicación de espuma de poliuretano que se expande y forma una capa impermeabilizante. Proporciona un excelente aislamiento térmico y es ideal para techos irregulares. Sin embargo, puede ser más costoso que otros tipos.

Claves para una correcta impermeabilización
Antes de iniciar un proceso de impermeabilización, es importante tener en cuenta ciertos factores para garantizar que el trabajo sea efectivo y duradero:
- Preparación de la superficie: Asegúrate de que el techo o la terraza estén limpios, secos y libres de polvo, grasa o restos de material viejo. Una superficie mal preparada puede reducir la eficacia del impermeabilizante. Si existen grietas o daños, repáralos antes de aplicar cualquier producto.
- Elección del producto adecuado: No todos los impermeabilizantes son iguales. Hay que seleccionar el producto que mejor se ajuste a las condiciones climáticas y a las características del techo o terraza. Por ejemplo, en zonas de alta humedad o lluvias intensas, se recomienda optar por impermeabilizantes de alto rendimiento.
- Inclinación y drenaje: La mayoría de los problemas de filtraciones ocurren por acumulaciones de agua. Es esencial verificar que haya una pendiente adecuada para que el agua se deslice hacia los desagües. Si el techo es plano, instala sistemas de drenaje que garanticen que el agua no se quede estancada.
- Mantenimiento periódico: No basta con impermeabilizar una vez y olvidarse del problema. El mantenimiento periódico del recubrimiento es clave para detectar y solucionar cualquier signo de desgaste o daño antes de que se convierta en un problema mayor.
La correcta elección y aplicación de los materiales de impermeabilización puede hacer la diferencia entre un techo que soporta las lluvias durante años o uno que termina con filtraciones en poco tiempo. Además de los materiales y técnicas mencionadas, es importante considerar el clima de tu región, el tipo de estructura y el presupuesto disponible.