Reformar la fachada de un edificio es una decisión importante, que se debe realizar en consonancia entre todos los vecinos.
Esto implica que hay que tomar muchas decisiones y escoger a profesionales con suficiente experiencia, como para que el acabado nos ofrezca los beneficios potenciales que ofrecen este tipo de reformas.
¿No conoces estas ventajas? A continuación te contamos las más importantes, por las que vale la pena reformar la fachada de tu edificio.
Impermeabilización frente a humedades
La fachada de un edificio está expuesta a los factores meteorológicos, por lo que sin una correcta impermeabilización, es bastante probable que se generen humedades, tanto por condensación como por la diferencia de temperatura interior y exterior.
Las humedades representan uno de los graves problemas para cualquier vivienda, no solo a nivel estético, sino también de salubridad y de integridad de la infraestructura.
Con una correcta impermeabilización, evitarás que aparezcan humedades y tu vivienda disfrutar de una mayor protección ante las inclemencias del tiempo.
Aislamiento térmico desde la fachada del edificio
Una fachada con aislamiento térmico permite disfrutar de un mayor confort climático interior. En otras palabras, no tendrás que modificar la temperatura de tu sistema de calefacción, ni tampoco del aire acondicionado.
Esto trae muchas ventajas, pero sobre todo aquellas relacionadas con estar a gusto en casa, reducir la factura mensual de consumo energético y, de paso, ayudar al medio ambiente.
Aislamiento acústico desde la fachada del edificio
Uno de los problemas en auge de las viviendas que se encuentran en espacios urbanos es el relativo a la contaminación acústica.
El aislamiento de fachada también nos ofrece aislamiento acústico, con el que poder disfrutar de un hogar, sin que el ruido exterior pueda suponer problema alguno.
Vale la pena señalar que este acústico no se limita a trabajar solo sobre las paredes exteriores, sino que podemos reforzarlo también actuando sobre las ventanas o incluso las puertas interiores y, sobre todo, la que da al exterior de la vivienda.
Reformar para un mayor confort interior
Todas estas ventajas nos ofrecen un mayor confort interior, lo que significa que nuestra calidad de vida va a mejorar.
No lo dudes e invierte en una de las reformas que más va a cambiar tu rutina diaria a mejor, aunque solo sea para disfrutar de un espacio personal agradable, saludable y en el que no tenga que preocuparte las condiciones exteriores.
Ahorro económico con la reforma de fachada
Invertir ahora en la reforma de tu fachada, implica prevenir futuros problemas como humedades, goteras, grietas o incluso daños estructurales, que podrían suponer un gasto mayor a lo que ahora mismo se requiere para un trabajo de calidad.
Revalorización del inmueble
Ten en cuenta que la reforma de una fachada no solo ofrece beneficios funcionales, sino también estéticos. La combinación de ambos factores te ofrece una revalorización del inmueble considerable.
Esto significa que tu vivienda, sin tener que hacer ninguna reforma sobre su interior, tendrá un valor de mercado mayor, gracias a la mejora que disfruta desde su nueva fachada.