La vida cambia constantemente y la llegada de un bebé a la vivienda puede ser una de las transformaciones más importantes. También la vivienda puede necesitar los cambios apropiados, para que esta nueva etapa esté acorde a sus necesidades.
En este artículo te asesoramos sobre las mejores reformas que puedes hacer en tu casa, pensando en el beneficio del más pequeño, tanto de su cuidado como de su confort y, de paso, del resto de los convivientes en el inmueble.
Aislamiento de toda la vivienda
Si quieres reformar la casa, de manera que el bebé disfrute del mayor confort posible en su habitación, no puedes limitarte a actuar solo sobre ella.
Toda la vivienda debe disfrutar de un confort apropiado, algo que solo conseguirás con un trabajo profesional de aislamiento.
Gracias a él, no tendrás ninguna estancia desde la que se vaya el calor o entre el frío exterior. Esto permitirá tener una temperatura óptima en toda la casa. Además de un ahorro en la factura mensual y una casa más eficiente.
Mayor amplitud en las habitaciones
Se suele escoger una habitación pequeña para el bebé, hasta que llegan los accesorios. Cuna, cambiador, carrito, ropa, pañales ¡no hay espacio para todo!
En lugar de utilizar el resto de la casa como trastero de todo lo que necesita el bebé, invierte en una habitación más amplia, si puedes incluso con la combinación de varias mediante la eliminación de tabiques.
Dentro de lo posible, te recomendamos que escojas una habitación contigua a la de dormitorio, al menos para esos primeros años que tanto te necesitará en cualquier momento.
Entrada de luz natural en la habitación del bebé
Los bebés necesitan que les entre la luz natural de fuera, tanto por salud como para disfrutar de una habitación más confortable para ellos.
En estos casos lo ideal es actuar sobre las ventanas. Si puedes, lo mejor es ampliar la ventana existente y conseguir un ventanal que ofrezca la máxima entrada de luz.
Si no es el caso, podemos actuar igualmente sobre la ventana y mejorar su entrada de iluminación exterior, así como también sobre la propia estancia, para reducir al máximo la oscuridad que pueda producirse a lo largo del día.
Por descontado, te recomendamos también invertir en iluminación natural. Con un buen sistema eléctrico, puedes garantizarle luz tanto de día como de noche y, de paso, aprovechar la domótica para tener la seguridad de que está bien en todo momento.
Una habitación con decoración única
Con el paso de los años, los niños van «decorando» sus habitaciones acorde a la evolución de su propia personalidad.
Sin embargo, cuando son bebés, la decoración depende exclusivamente de ti. Por tanto, te recomendamos que fusiones tu estilo con propuestas únicas.
Una opción muy recomendable y que, obviamente, no se limita solo a la habitación de un bebé, es la de colocar vinilos en las paredes. Es elegante, original y consigue un efecto espectacular.
Si, además, aprovechas vinilos del mismo estilo en el resto de la vivienda, podrás otorgar esa personalidad también al resto de la casa.