Cuando se elige la reforma de un cuarto de baño, el plato de ducha es un elemento prácticamente ineludible.
La evolución del sector ofrece innumerables nuevas opciones que podemos elegir para modernizar este espacio.
Su uso prácticamente diario también motiva un desgaste continuo, que incentiva que sea uno de los aspectos que más rápido envejece.
La buena noticia es que hay muchas opciones en cuanto a elegir un plato de ducha para la reforma de tu baño. Por nuestra experiencia, estas son las más comunes y/o recomendables:
Reformar con plato de ducha clásico
Vamos a ver la opción más conocida de todas, el clásico plato de ducha de cerámica que sobre sale con pendiente interior, sobre el que se colocan las guías de la mampara.
Lo bueno que tiene la cerámica de calidad es que, con un buen tratamiento, es difícil que se deteriore, así que puede durarte años con el mismo aspecto que el primer día.
Lo malo que tiene esta opción es que, sencillamente, no encaja en las líneas en tendencia actuales, por lo que si buscas un baño innovador y moderno, es posible que esta solución desentone un poco.
Reformar con plato de ducha con elevación
Una alternativa mucho más discreta es la de elevar ligeramente la zona del plato de ducha, para impedir que esté a ras de suelo y con la posibilidad de elegir un acabado antideslizante de infinidad de diseños.
El microcemento, por ejemplo, nos brinda la oportunidad de conseguir varias tonalidades, un acabado resistente y encaja muy bien con esta solución.
La ligera elevación del plato de ducha se contrapone a la gran elevación que tienen los platos tradicionales, por lo que puede ser la opción ideal en cualquier baño moderno que se precie.
Reformar con plato de ducha sin elevación
¿Podemos optar por un plato de ducha a ras de suelo? ¡Por supuesto que sí! Las nuevas distribuciones de estos elementos hacia formatos rectangulares con media mampara, ofrecen la posibilidad de disfrutar de una ducha confortable sin que el suelo de alrededor se moje lo más mínimo.
Es una propuesta más original y sobre todo recomendable si no quieres que haya ningún obstáculo en el paso del suelo a la ducha.
Reformar con plato de ducha + bañera
Hablando de ideas creativas, quienes buscan tener tanto ducha como bañera encuentran en estos modelos una oportunidad única para disfrutar de ambos mundos.
El planteamiento es similar al de una ducha con una ligera elevación, pero con terminación adaptada al cuerpo, con el fin de poder descansar sobre ella.
Si se quiere utilizar únicamente la ducha, este término del espacio no dificulta en ningún momento la acción. Si se desea descansar en la bañera, solamente hay que cerrar la mampara de forma adecuada y llenar según se prefiera.
¿Qué tienen en común cada una de estas soluciones? Pues que requieren un análisis previo del espacio, la infraestructura y las preferencias de cada propietario, para que se elija el tipo de plato de ducha más afín a las necesidades personales. Como ves, en lo que se refiere a opciones tienes todas las que quieras.