En la actualidad las reformas también buscan un objetivo de sostenibilidad. Esto implica tomar decisiones y realizar acciones en las que la protección y el respeto por el medio ambiente tienen más peso que nunca.
En este artículo te mostramos ejemplos de elementos clave que deben estar presentes en una reforma sostenible. Ten en cuenta, no obstante, que cada reforma requiere un asesoramiento personalizado y que cada infraestructura ofrece unas posibilidades distintas.
Actuar sobre el aislamiento debe ser prioridad
En muchas reformas se ignora el factor de aislamiento y, como mucho, se invierte en suelos y techos que ayuden a mitigar los ruidos.
Las paredes interiores y la fachada también tienen su parte de responsabilidad en la contaminación acústica y, junto con ellas, también están las ventanas y las puertas como elementos a reformar.
El aislamiento no solo te ayuda a reducir ruidos externos y a mitigar los propios, sino que además también ayuda a reducir la factura en calefacción y aire acondicionado, ya que mantiene mejor la temperatura en el interior de la vivienda.
Buscar la máxima eficiencia energética posible
Si abordamos una reforma integral, tenemos que buscar la máxima eficiencia energética posible. ¿Cómo conseguirlo? Actuando sobre elementos clave como la entrada de iluminación natural, escoger un acabado en paredes y suelos capaces de reflejar de forma óptima la luz solar y, por descontado, utilizar materiales sostenibles como la madera o incluso procedentes del reciclaje.
Cambiar sistemas de fontanería y electricidad
En las casas antiguas, los sistemas de fontanería y electricidad tienen un doble problema con respecto a la sostenibilidad.
Por un lado, están construidos con materiales no sostenibles e incluso contaminantes, lo que urge una sustitución inmediata de los mismos.
Por otro lado, no ofrecen un servicio eficiente, así que consumimos de más tanto agua como luz y nuestras facturas son los mejores testigos de ello.
El problema con la instalación tanto eléctrica como de agua, es que en ambos casos necesitamos abordar una reforma importante, aunque con consecuencias muy beneficiosas.
Para ello, entre otras cosas, tendremos que invertir en el cambio no solo de cables y tuberías, sino también de accesorios de iluminación, cajas de electricidad, puede que calentadores o similares e incluso considerar modificar la contratación de alguno de los servicios energéticos.
Todas estas acciones nos ayudan a mejorar nuestra sostenibilidad en cuanto al consumo energético del hogar.
Invertir en electrodomésticos eficientes
Por último, si queremos disfrutar de un hogar reformado y sostenible, la cocina va a ser donde mejor invertiremos para conseguir electrodomésticos sostenibles. La nevera, el horno, el lavavajillas… todo ello nos va ayudar a optimizar nuestro consumo energético y, a largo plazo, la inversión sale rentable.
Las facturas se reducen de forma notable cuando utilizamos electrodomésticos altamente eficientes, dado que nos ofrecen el mejor servicio posible, con el menor gasto.
Entre los electrodomésticos que podemos sustituir hacia una mayor eficiencia, tenemos obviamente el aire acondicionado. De poco servirá un aislamiento óptimo, si nuestra máquina no es eficiente y nos emite frío de forma continua sin tener en cuenta elementos como la climatización.
Lo mismo sucede con sistemas de calefacción y cualquier otro elemento electrónico que pueda suponer un consumo excesivo de energía.