La falta de espacio obliga a la integración en las casas. Por eso cada vez es más frecuente que el salón y el comedor acaben fundidos en una sola estancia de la vivienda. Lejos quedan aquellos tiempos en que la mayoría de las casas podían permitirse esa independencia.
Hay personas a las que no les hace gracia la idea, por la dificultad de construir un espacio armónico que unifique estas dos piezas de la casa. Sin embargo, siguiendo unas pautas básicas es posible que convivan en perfecta armonía, sin que resulten espacios demasiado abarrotados. Estas pautas se refieren fundamentalmente a la distribución de los muebles.
El conjunto de salón comedor ideal debe ser confortable y acogedor, invitar a las sobremesas largas y servir de de marco perfecto para que fluya la conversación distendida. Si cuidamos la distribución de los muebles habremos contribuido en gran medida a que tenga esas características.
Utilizar los muebles para definir claramente ambos espacios
Lo primero a trabajar en este conjunto es la delimitación de espacios. Existen varias formas de definir ambos lugares y de darles su propia personalidad a pesar de estar unidos en uno. Una de ellas es la elección y combinación de los colores de las paredes, uso de cortinas o papel pintado.
No obstante, los muebles juegan un papel importante. Por ejemplo, para compartimentar bien ese espacio bifuncional, y trazar la división entre el comedor y el salón puedes recurrir a un mueble de doble cara.
Colocar los muebles en función de la forma de nuestro salón comedor
La forma de la vivienda influye en la manera en la que podemos aprovechar el espacio y organizar los muebles.
Si la estancia que hemos de de distribuir es de forma rectangular, lo ideal es que la colocación de salón y comedor sea en paralelo. Por ejemplo, el salón quedará cerca de la ventana y el comedor de la cocina.
Si la forma es cuadrada, lo más recomendable es optar por una disposición de los muebles en diagonal. De esta forma ganaremos amplitud, y dará la impresión de que las dimensiones son más grandes. Otra recomendación estética es que el salón esté en una esquina y en el otro extremo el comedor.
Salón comedor: cada espacio debe cumplir una función
Una vez hayamos delimitado las zonas con claridad, llega el momento de distribuir el mobiliario, siempre con el criterio de que cada espacio responde a una función distinta.
Respecto al salón, debemos velar por un ambiente confortable, que facilite la conversación y el intercambio. Esta zona debe estar bien iluminada y, en caso de que sea cuadrada, es recomendable disponer los sillones en forma de “U”. Sin embargo, si la zona del salón tiene forma rectangular, la disposición ideal deberá tener forma de “L”.
La zona destinada al comedor puede estar menos iluminada y será más reservada. Es preciso conseguir un clima acogedor para un lugar donde se va a realizar algo tan esencial como comer. Para ello, es preciso prestar atención a la forma de la habitación a la hora de escoger la mesa. Si la estancia tiene disposición cuadrada, las formas redondas o cuadradas para la mesa serán las ideales. En caso de que el espacio destinado al comedor sea rectangular, se pueden utilizar mesas alargadas.