La reforma de casas antiguas sigue en alza. La compra de nuevos inmuebles no es fácil a día de hoy, tanto por la menor oferta como por las dificultades para obtener un préstamo apropiado.
Por tanto, comprar o heredar una casa antigua, se convierte en el camino más rápido para conseguir una vivienda totalmente adaptada a las preferencias de cada propietaria. Y la reforma es la manera más económica de conseguir esa adaptación.
Una de las mayores ventajas de reformar una casa antigua es que podremos personalizarla totalmente a nuestro gusto, algo que en una vivienda de obra nueva no nos atreveríamos a hacer, por el coste y las limitaciones de infraestructura.
Ahora bien, a pesar de esta personalización, las casas antiguas también cuentan con factores en común que suelen reformarse. Estos son los elementos que se convierten en protagonistas con mayor frecuencia:
Recuperar el estilo antiguo y fusionarlo con lo nuevo
Las casas antiguas tienen la ventaja potencial de ofrecer una fusión de estilos entre lo viejo y lo nuevo.
Manteniendo aquellos elementos funcionales y estéticamente atractivos a pesar de su antigüedad, podemos reformar el resto con un diseño y acabados actuales, en una combinación que se vuelve asombrosa.
Algunos elementos que se recuperar con reformas de restauración son las puertas, las molduras de la vivienda y también los suelos, sobre todo si se trata de pavimentos que escondían una gran belleza originalmente.
Inversión en obtener luz natural
Uno de los problemas frecuentes de las casas antiguas es la poca iluminación natural que obtienen.
Antes no era un factor clave a la hora de diseñar la distribución de una vivienda y las ventanas tenían más un uso funcional (ver el exterior y dejar entrar el aire) que eficiente (aislamiento o dejar pasar la luz).
Por ese motivo, muchas de las reformas que se realizan en casas antiguas están volcadas a aumentar la entrada de iluminación natural, con nuevas ventanas o ampliación y optimización de las actuales.
Aislamiento en casas antiguas
De igual forma, el aislamiento ha disfrutado estos años de una gran evolución, por lo que es lógico que muchas reformas en casas antiguas se vuelquen a aprovechar las nuevas oportunidades.
La fachada y las paredes interiores, así como dependiendo de la casa también los techos y os suelos, pueden ser reformados para mejorar en aislamiento térmico y acústico. Es algo muy común en este tipo de viviendas.
Renovación del baño
La estancia protagonista en casi todas las reformas de casas antiguas es el cuarto de baño. Y el servicio más demandado es el cambio de bañera por ducha, con el fin de optimizar espacio y conseguir ahorro económico.
En un cuarto de baño antiguo prácticamente se cambia todo y no solo hablamos del mobiliario. Paredes, suelo, techo, instalaciones de fontanería y de electricidad e, incluso, mejora de la ventilación interior y de la iluminación natural.
Son servicios que casi con total seguridad vas a requerir en el cuarto de baño de tu nueva casa si tiene muchos años a sus espaldas.