En una reforma integral muchas veces nos encontramos con una distribución de la infraestructura basada en ciertos elementos inamovibles como algunos pilares, que en nuestro planteamiento se presentan como obstáculos.
Por lo general, la idea de una estancia nueva, reformada y moderna, prescinde totalmente de pilares. No son funcionales, cortan el paso y limitan la visibilidad. Por tanto, intentamos no contar con ellos.
Sin embargo, hay algunas ocasiones que como decimos se hace imposible o demasiado costoso modificar su ubicación, así que el planteamiento más recomendable en estos casos es aprovecharlo.
Ante las dificultades, podemos convertir estos elementos en oportunidades decorativas que pueden llegar a transformar por completo el estilo de nuestra vivienda.
Cada caso es único, cada casa, también. Así que vamos a ofreceros algunas ideas sobre cómo aprovechar pilares en medio de una estancia, pero siempre os animamos a solicitar presupuestos personalizados, en los que podamos adaptarnos a las condiciones exactas de vuestra vivienda.
Pilares como elementos de separación
Un pilar inamovible muchas veces nos lo encontramos al integrar espacios, al unificar estancias. Previamente no eran importantes a nivel estético porque estaban ocultos, pero ahora están presentes de una forma notoria.
La integración de espacios tiene una cualidad muy curiosa y es que a pesar de eliminar tabiques en el proyecto, las dimensiones teóricas suelen mantenerse bastante similares.
Es decir que podemos integrar una cocina con un comedor y, aunque normalmente la cocina es la que gana en amplitud, en la práctica el espacio del comedor también está delimitado aunque sea simbólicamente.
Los pilares pueden ayudarnos en este sentido. Sirven como guía para la instalación de otros elementos como una isla de cocina o un mobiliario, de forma que separan con barreras invisibles unos espacios de otros.
Pilares vinculados a otros elementos
Si los pilares representan algo que no debería estar estéticamente en un espacio, cuando los vinculamos a otros elementos conseguimos una armonía sorprendente.
Un ejemplo clásico es el de añadir una viga en el techo que complemente al pilar, ya sea con un acabado idéntico o uno complementario.
Con soluciones de este tipo, parece que pilares, vigas y otros elementos de este tipo no estuvieran originalmente, sino que se han instalado con motivo de una decoración específica.
Obtienen así un resultado mucho más natural, con mayor armonía, casi como si se hubiera creado adrede, en lugar de aprovechar lo ya existente.
Pilares que ofrecen un contraste
¿Consideras que los acabados elegidos mantienen un estilo demasiado homogéneo? ¿Te gustaría un toque disruptivo al diseño final de la estancia?
Con los pilares puedes crear esas sensaciones de contraste, aprovechando acabados que se contraponen por materiales y/o por materiales.
Si tienes la suerte de contar con varios de estos elementos, el resultado estético será aún más equilibrado y conseguirás un estilo ideal acorde a tus gustos y aprovechando los pilares existentes.
Estas soluciones son adaptables y compatibles, por lo que puedes comprobar que hay muchas oportunidades cuando aparece un pilar en medio de la reforma.