Los últimos cambios sociales y su reflejo en el interiorismo de viviendas

interiorismo de viviendas

El interiorismo de viviendas refleja los cambios que se producen en nuestra sociedad. Su evolución queda plasmada en la forma de vida de las personas, que a su vez se traslada a la manera de organizar y construir sus viviendas.

En el último cuarto de siglo han sucedido cambios notables sociales y demográficos que han cambiado tanto nuestra mentalidad como la estructura, fisonomía y distribución de nuestros hogares.

Repercusiones de los cambios sociales de los últimos 25 años en el interiorismo de viviendas

Viviendas con menos habitaciones

Si consultamos datos de hace casi 30 años, en 1991 el tipo de familia más habitual era el de una pareja con dos hijos. Sin embargo, el tipo de familia más común hoy en día es el de una pareja sin hijos, seguido de una pareja con un solo hijo. Por otro lado, desde aquel año el número de familias numerosas (tres hijos o más) no ha hecho más que descender.  Además, ha aumentado el número de hogares monoparentales.

Estos cambios han afectado de forma clara a al interiorismo de viviendas y también a su estructura. La consultora Knight Frank realizó un estudio en 2016 que demostraba que ese aumento de hogares y familias con menos miembros tiene como consecuencia que cada vez haya más viviendas con dos o menos habitaciones.

Otra tendencia es que los hermanos cada vez comparten menos el cuarto y que las habitaciones son cada vez más pequeñas. En contrapartida, el salón gana unos metros, convirtiéndose en el lugar de la casa con una mayor función social, convirtiéndose en muchas ocasiones en un espacio de ocio. Es también el lugar de la casa con el que más esmero se enfoca el interiorismo.

Otra consecuencia de los cambios sociales es que ahora ya no existe un único tipo de familia. Por ello, las viviendas deben presentarse en el mercado con mayor flexibilidad para poder adaptarse a los distintos tipos de familia que pueblan nuestra sociedad hoy en día.

Una nueva función de la cocina

Existe una tendencia creciente en el interiorismo de viviendas que es la de las cocinas abiertas o integradas en el salón, y que responde en la mayoría de ocasiones a la necesidad de ampliar el lugar de reunión y de ocio, mientras que los baños y los dormitorios son los espacios que se reservan a la intimidad.

Así pues, la cocina ha dejado de ser un espacio estrictamente dedicado a preparar los guisos para pasar a convertirse en un espacio con un marcado carácter social, donde las familias o miembros de un hogar hacen mucha más vida que antes.

Cada vez se realizan más reformas de las cocinas con la intención de aprovechar mejor los espacios y renovar la encimera. Por otro lado la inmensa mayoría de estas reformas incorpora electrodomésticos de última tecnología, que incluyen pantallas táctiles.

Baños cada vez más grandes

Las personas cada vez dedican más tiempo a arreglarse y al culto al físico. Una consecuencia de esto ha sido que los baños cada vez ocupen más espacio dentro del interiorismo de viviendas, a modo de pequeños spa.

Una de las reformas más solicitadas en los baños es el cambio de la bañera por un plato de ducha. Ha triunfado también la tendencia de poner dos baños en las viviendas, así como la de hacer más grandes los espejos y de emplear la madera para estanterías y encimeras.

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La sostenibilidad, un valor en alza en el interiorismo de viviendas

La sociedad está cada vez más concienciada con la problemática medioambiental y el cambio climático. Esta concienciación se ha trasladado al mundo del interiorismo de viviendas, que utiliza cada vez más materiales sostenibles o reciclados.

Frente al modelo económico de usar y tirar, se abre paso en nuestra sociedad la filosofía de la economía circular que persigue el mínimo residuo, el reciclaje y la reutilización, también en el interiorismo. Por ello, se buscan cada vez más materiales naturales para nuestras viviendas, como la madera, la piedra o determinadas fibras.

Por ello, en lugar de esos armatostes de muebles que se utilizaron en otros tiempos, ahora priman las maderas ecológicas, piezas más ligeras de acabado natural, se prefieren  las cortinas, sábanas y toallas hechas con materiales orgánicos; y se persigue la mínima toxicidad a todos los niveles.