Las tendencias decorativas y arquitectónicas actuales están motivando la fusión de estilos, como por ejemplo la modernidad con el tradicionalismo propio de las casas rurales o rústicas.

Esa búsqueda por reconectar con la naturaleza, por volver a los elementos naturales y vivir cierta experiencia similar a las anteriores generaciones, se fusiona con la tecnología actual, la eficiencia electrónica y los nuevos acabados en materiales que ahora protagonizan gran parte de las reformas.

Si te interesa reformar tu casa y darle ese toque rústico que también quiere que tenga tu vivienda, no dudes en seguir estos consejos y en solicitarnos asesoramiento personalizado, con el que además podremos adaptarnos a tus preferencias y necesidades.

La piedra natural ha vuelto

La piedra natural en el interior de una vivienda le aporta una mezcla de estilo industrial y rústico, que cada vez se busca más en los nuevos proyectos.

La ventaja de este acabado es que es visualmente sorprendente, pero su estética se mantiene en el tiempo, es difícil que se desgaste o deteriore como a lo mejor sucede con cualquier pared que tiene unas capas de pintura.

La piedra natural, además, encaja muy bien con las estancias más tradicionales como la cocina o el baño, donde podrás comprobar que el estilo que escojas siempre va a complementarse perfectamente.

La madera tiene mayor presencia

La madera es un material que siempre ha sido considerado con un doble baremo. Por un lado es un bien de lujo, porque la buena madera es duradera y cuesta bastante. Por otro lado, es un elemento tradicional, que estaba presente en muchas casas de pueblo o de estilo antiguo, porque paradójicamente antes era lo que más se vendía.

Para una reforma rústica, aunque sea en pequeños detalles, el uso de madera es muy recomendado porque impactará visualmente y conseguirá acaparar protagonismo enseguida.

Las vigas de madera pueden ser la elección ideal para conseguir esa atmósfera campestre que queremos de nuestra casa, sobre todo si contamos con cubiertas inclinadas en la parte superior, aunque encajan igualmente en todo tipo de arquitectura.

El mobiliario con madera también puede ser una buena elección, sobre todo si escogemos una mesa grande de cocina o comedor hecha en madera artesanal de gran grosor.

Puertas correderas estilo granja

Las puertas correderas son prácticas, ahorran espacio y aportan una personalidad propia. En lo referente a un estilo rústico, te aconsejamos puertas de estilo granja, con todo su funcionamiento expuesto y con acabado de forja o similar.

Por descontado, sugerimos si puede ser que la madera de la puerta tenga la apariencia más natural posible, para transmitir ese aura de tradicionalismo, como las puertas que se tenían antaño, pero con la calidad de las reformas actuales.

Iluminación eficiente, pero tradicional

Una casa con estilo rústico debe ser igualmente moderna. Debe contar con electrodomésticos eficientes, con un sistema de agua y calefacción moderno y también con iluminación que aproveche lo último del sector, para generar menor contaminación y mayor ahorro.

Sin embargo, esto no es incompatible con una decoración lumínica tradicional. De nuevo con la forja presentada en diseños incomparables, puedes disfrutar de una iluminación eficiente de corte clásico, que aportará un toque distintivo en la estancia donde decidas aprovecharla.

Una reforma es una de las inversiones más importantes que se realizan, pero los beneficios son numerosos. Se disfruta de un hogar más confortable, completamente vinculado a tu estilo decorativo, se revaloriza el inmueble y muchas más ventajas. Entre ellas, una potencial que no todo el mundo descubre.

Con nuestro asesoramiento profesional sí podemos sugerirte aquellas reformas más recomendables para conseguir un beneficio muy interesante, ahorrar dinero desde el momento en que la reforma haya terminado.

Reforma las ventanas de tu casa

Las ventanas siempre están ahí. Las abrimos cuando hace calor, las cerramos cuando hace frío y no les solemos dar más importancia. Sin embargo, su papel en el confort y en el ahorro del hogar es determinante, por eso es recomendable poner unas ventanas nuevas, con sistemas modernos de cierre.

Las ventanas no solamente nos protegen del clima externo, sino que también mantienen la temperatura en el interior del hogar. Esto significa que con unas buenas ventanas no necesitarás tanto la calefacción ni notarás tan fácilmente el calor veraniego que te impulsa a encender el aire acondicionado.

Además, unas buenas ventanas dejan entrar normalmente más luz porque reducen el espacio destinado al marco o a los propios márgenes del cristal. La casa permanecerá así más cálida y disfrutará de más iluminación natural, lo que te permitirá gastar menos electricidad aunque diariamente no lo notes.

Cámbiate a electrodomésticos eficientes

Si comparas la factura de la luz con los electrodomésticos tradicionales y con los eficientes, siempre que el resto de condiciones se mantenga, descubrirás una diferencia impresionante.

Los electrodomésticos eficientes se están desarrollando por la necesidad de luchar contra el cambio climático y reducir el consumo energético y las emisiones contaminantes de los hogares.

Por tanto, con nuevos electrodomésticos en esta línea podrás disfrutar de todas las comodidades que te brindan a la hora de lavar y secar la ropa, cocinar o almacenar alimentos frescos, pero reduciendo la factura energética considerablemente.

Mejora tu sistema de calefacción

La calefacción es uno de los gastos más importantes en un hogar, sobre todo en aquellas zonas donde los inviernos son algo más duros.

El problema que tiene este servicio es que se basa normalmente en soluciones tradicionales, no pensadas para ser eficientes ni mucho menos para ahorrar dinero con ellas.

Sin embargo, hoy en día tenemos soluciones de calefacción que pueden ser muy útiles y, al mismo tiempo, muy económicas. Por ejemplo, la instalación de suelo radiante.

El suelo radiante consiste en una red de tuberías que van por debajo del suelo. Cuando encendemos la calefacción, un mínimo caudal de agua es calentado y la sensación térmica en la vivienda mejora, con calor que viene directamente del suelo.

Lo mejor de este sistema es que, además de ser funcionalmente más eficaz, apenas requiere consumo, por lo que podemos disfrutar de una temperatura idónea perfecta, sin tener que estar constantemente aumentando la calefacción y sin que luego nos vaya a atemorizar tener que hacer frente a la factura.