Reforma la fachada de tu oficina con vidrio sin superar el gasto energético

Reforma la fachada de tu oficina vidrio sin superar el gasto energético

Los icónicos rascacielos de Nueva York se construyeron en los años 40 por un excedente de vidrio y acero de la industria armamentista. El resultado visual fue excelente y muchas oficinas hoy en día buscan esas fachadas acristaladas por su atractivo, además de lo económico que resultan.

Pero tienen un importante inconveniente. Su gasto energético es demasiado alto.

¿Por qué una oficina con fachada de vidrio gasta más?

¿Por qué una oficina con fachada de vidrio gasta más?

Precisamente en Nueva York se ha confirmado que los rascacielos de vidrio y acero provocan gran parte de las emisiones contaminantes de la ciudad y se propone no volver a construirlos de la misma forma.

La razón de que su gasto energético sea tan alto es que en invierno no permiten mantener el calor y el gasto de calefacción se dispara. En muchos casos la gran visibilidad de los cristales de vidrio incentiva el uso de cortinas o stores, impidiendo el calor natural.

En verano, la exposición solar constante consigue el efecto contrario. El interior de estas oficinas es asfixiante, por lo que al final el aire acondicionado o el sistema de climatización está constantemente en marcha.

Cómo reformar una fachada de vidrio que sea eficiente

Cómo reformar una fachada de vidrio que sea eficiente

Las fachadas de vidrio y acero en realidad no son desaconsejables, lo es no contar con profesionales que aprovechen bien este material.

En primer lugar hay que tener en cuenta la ubicación de la fachada. Solo en determinadas orientaciones su utilidad es realmente funcional, ofreciendo un entorno cálido en invierno y fresco en verano.

Por ese motivo los rascacielos de Nueva York son tan poco eficientes. Las fachadas de estos edificios están construidas en vidrio en todos sus lados, sin atender a la ubicación respecto al Sol.

Obviamente en los años 40 y décadas sucesivas esto no ha sido importante. Pero cuando ha tenido que analizarse el gasto energético de la ciudad, se ha revelado este curioso hecho.

Por otro lado, el vidrio sirve para grandes ventanales, pero si cubre una fachada, sus dimensiones son excesivas, eliminando casi por completo sus prestaciones de eficiencia energética. En lugar de dejar pasar la luz natural, actúan como una lupa y el efecto es de un calor insoportable, que obliga desde los primeros rayos del día a poner el aire acondicionado.

Cómo reformar una fachada de vidrio que sea eficiente

Por otro lado, el vidrio es un material económico, pero en su presentación tradicional no es eficiente. Si no quieres renunciar a ese inigualable estilo de fachada de vidrio y acero tan atractivo, puedes optar por vidrio low-E, específicamente diseñado para ser eficientemente óptimo.

Este vidrio, además de ofrecer un paso de la luz natural efectivo, también cuenta con elementos aislantes, que impiden la fuga de frío o calor, permitiendo así que en la estancia interior se pueda estar de forma agradable, sin que haya que utilizar el sistema de climatización.

Por descontado, este material puede suponer una inversión inicial. Sin embargo, el ahorro a largo plazo y el bienestar que se consigue dentro de la oficina, lo hacen muy recomendable.