A la hora de reformar la cocina, la distribución puede ser clave para cambiar la experiencia por completo.
Uno de los estilos más demandado y que podréis ver en algunos de nuestros proyectos es el de las reformas de cocina en «U».
Os explicamos en este artículo en qué consisten y qué beneficios pueden ofrecer para ser tan interesantes.
Por descontado, siempre garantizamos un asesoramiento personalizado para aconsejar el estilo de reforma que mejor encaja con vuestros gustos y las posibilidades del espacio disponible.
¿Qué son las cocinas en «U»?
Las cocinas son identificadas con letras que representan la forma de distribución. Por tanto, una cocina en «U» es aquella que tiene una zona de bancada (y normalmente electrodomésticos), otra más estrecha donde suele estar la pila y otra lateral que puede ser de la misma longitud o menor que la principal.
Cuando es menor y tiene menos utilidad que la principal, también se le conoce como «península», pues es una prolongación de la cocina original, sin que haya separación con ella. Si la hubiera, hablaríamos de isla.
¿Cuándo escoger una cocina en «U»?
Hay dos motivos principales por los que escoger una cocina en «U». El primero de todos es personal. El gusto de cada propietario puede ser muy diferente, así que entre una cocina así y otra con una isla o sin nada, dependerá de sus preferencias.
Pero también depende de la distribución. En cocinas amplias pero no excesivamente grandes, la limitación de espacio hace recomendable mantener la unión de una prolongación de la bancada y, por tanto, tener una terminación con esta forma.
Beneficios de las cocinas en «U»
Las cocinas en «U» tienen muchos beneficios, comenzando por un estilo único, innovador y vanguardista.
Los resultados estéticos son impresionantes con estas cocinas y marcan la diferencia con respecto a propuestas más tradicionales.
Además, sirven para todo tipo de estrategias decorativas, desde la continuidad del diseño hasta opciones más rompedoras.
Pero también son funcionalmente útiles. En opciones en las que dejamos libre el espacio inferior, principalmente se utilizan para comer en ellas.
La ventaja de esta alternativa es la mayor sensación de amplitud que conseguimos. Sin embargo tenemos otra opción.
Podemos aprovechar todo el espacio inferior para almacenaje, con lo que ampliamos muchísimo las opciones de guardar vajilla y otros utensilios que ya nos ofrece el mobiliario original. En cualquiera de las dos opciones de diseño salimos ganando.
Si la cocina en «U» termina en una disposición equivalente, podemos aún aprovechar más este espacio adicional, consiguiendo una perfecta proporción entre los tres puntos clave de la cocina.
Todos los elementos mantienen una distancia simétrica entre sí y perfecta para cocinar y encontrar todos los utensilios prácticamente sin tener que movernos.
Para esta última opción lo ideal es poder apoyarnos en 3 de las paredes de la estancia y, además, tener una distancia suficiente de al menos 120 cm entre las laterales. En estancias más amplias o abiertas, es mejor optar por las penínsulas o incluso las islas de cocina, que también son muy populares.