En una reforma integral tan importante es trabajar bien a nivel de arquitectura como en cuanto a diseño de interiores. En consonancia deben perseguir un estilo único, que combine las preferencias de los propietarios con las posibilidades del inmueble.
Dentro de las muchas opciones que hay disponibles en estos trabajos, el minimalismo ha ido cobrando tendencia hasta convertirse en uno de los mejores estilos con los que podemos mejorar nuestra vivienda.
Te contamos concretamente en qué consiste el minimalismo y qué ventajas ofrece para los trabajos de reformas.
¿De dónde viene el minimalismo?
El minimalismo surge a mediados del siglo XX y se basa en la premisa de que «menos es más», si nos centramos en el ámbito del diseño de interiores.
Una reforma enfocada al minimalismo debe tener esto en cuenta y priorizar los elementos indispensables para una estancia, eliminando de esta forma todo lo que resulte superfluo o innecesario.
Características del minimalismo
El minimalismo destaca sobre todo en espacios diáfanos. Por eso es tan recomendable en proyectos de reforma donde se integren espacios, como un comedor y la cocina o en lofts como los que aprovechan un estilo urbano e industrial.
También se decanta por una paleta de tonalidades neutras. El blanco y el negro son casi omnipresentes en este tipo de inmuebles, pero también las tonalidades grises.
Pese a la aparente simplicidad, esto nos ofrece infinidad de opciones a la hora de trabajar el aspecto final de una casa, desde el color de las paredes hasta el acabado de la encimera de una cocina, de los electrodomésticos o de los elementos de un cuarto de baño.
Además, con el minimalismo nos alejamos de las imperfecciones. Esto implica que cobran protagonismo las líneas rectas, las formas geométricas, las paredes lisas y la exactitud en todo lo referente a medidas y proporción. Para conseguirlo, te recomendamos contar con profesionales para conseguir un resultado perfecto, como podrás comprobar en algunos de nuestros proyectos publicados.
Ventajas del minimalismo
El minimalismo tiene ventajas por las que cobra prioridad en la decisión de muchos propietarios y también en proyectos arquitectónicos de todo tipo.
Para empezar, incentiva la amplitud. El hecho de prescindir de todo lo superfluo ayuda a que los espacios de una vivienda minimalista estén más libres de elementos y, por tanto, transmiten sensación de que hay más metros útiles.
Una vivienda minimalista también transmite elegancia y sofisticación. La combinación de paletas neutras, sobre todo con electrodomésticos y sistemas de iluminación que aprovechan estas tonalidades, ayuda siempre en este sentido.
En una casa basada en el minimalismo la iluminación también resulta clave. Se suele tender a favorecer la iluminación natural de día y a conseguir una máxima eficiencia lumínica de noche, con todo tipo de soluciones específicamente orientadas a crear ambientes exclusivos, de acuerdo a las preferencias de los propietarios en cada momento.
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